Cuando se trata de trabajar en pareja, una de las mejores habilidades a potenciar es la de adaptarse y crecer con las experiencias difíciles que la relación puede presentar. La resiliencia aplicada a la terapia de pareja ayuda, justamente, en este sentido; por tanto, si deseas cuidar tu relación, la resiliencia es una cualidad necesaria para lograrlo.
Antes de que descubras cómo puedes aplicar dicha cualidad a tu relación, te explicaré de forma breve de qué se trata la resiliencia.
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia, en psicología, se refiere a nuestra capacidad para adaptarnos positivamente a situaciones adversas. El término fue tomado “prestado” de la física, que describe la cualidad de un material para volver a su forma original después de que se le aplica presión.
Esta es una gran cualidad en nosotros también; así como un resorte puede regresar a su forma comprimida después de ser estirado, nosotros podemos adaptarnos y encontrar estabilidad tras pasar una experiencia altamente difícil.
Hay muchos eventos traumáticos para una persona que crean desajustes significativos en su vida.
La resiliencia juega un papel muy importante en nuestro desarrollo personal; es muy útil para hacer frente a las adversidades de la vida, permitiéndonos seguir adelante a pesar de ellas.
Resiliencia en la pareja
Trabajar la resiliencia, trae muy buenos resultados a nivel personal, pero ¿cómo emplearla en tu relación?
Al presentarse un evento difícil con la pareja, se crea, inevitablemente, mucha inestabilidad. La resiliencia en pareja ayuda a equilibrar la relación después de un gran conflicto.
Como ya sabrás, los problemas originan una gran cantidad de estrés que impide organizar las ideas de forma adecuada, lo cual provoca distanciamiento, apatía, evasión, etc. Aprender a manejar dicho estrés, es el primer paso para trabajar la resiliencia y estabilizar el vínculo que los une.
Aumentando la tolerancia al estrés
Todos tenemos un umbral de tolerancia a situaciones estresantes. Al aprender a manejar de forma adecuada esas situaciones, vamos acostumbrándonos a ese nivel de estrés, de tal forma que va disminuyendo naturalmente, poco a poco.
Con el tiempo, nuestra tolerancia al estrés aumenta; aquellas cosas que podrías encontrar casi insoportables se vuelven manejables.
Para aumentar la tolerancia al estrés, estos puntos serán de gran utilidad para ti y tu pareja:
- Técnicas de respiración: Las técnicas de respiración son una excelente herramienta para disminuir la agitación o ansiedad de forma efectiva y con efectos duraderos. Respiraciones lentas, pausadas y con exhalaciones largas, concentrando el movimiento en el estómago.
- Mindfulness: Ya hemos mencionado, en un artículo anterior, las ventajas del mindfulness en pareja. Lograr una concentración enfocada es muy efectivo en el manejo del estrés. Aprender a usarlo evitará prejuicios que los mantenga lejos de superar las dificultades o generen mayor preocupación.
- Recreación: Disfrutar de las actividades favoritas, ya sea leer, tejer, hacer ejercicio, etc. Estas actividades nos brindan calma de forma natural, al ser algo completamente placentero y que permite disminuir el nivel de estrés.
Una vez disminuya el estrés, es más probable que la forma de pensar y actuar de ambos cambie positivamente.
Con una mayor claridad sobre los recursos que les ayudarán a hacerle frente a las adversidades, tendrán el ambiente ideal para desarrollar la resiliencia en pareja.
Cómo trabajar la resiliencia en pareja
Ahora que ambos saben cómo aumentar su tolerancia al estrés, es momento de aprovechar eso para comenzar a desarrollar la resiliencia en la relación.
Para desarrollar la resiliencia en tu relación, lo siguiente te será de gran utilidad:
- Motivación: Tener la motivación, por parte de ambos, para salir adelante en una situación adversa, más allá de lo difícil que parezca. Esta motivación es la base que lleva a la acción.
- Adaptación: Encontrar una forma beneficiosa de adaptación para ambos, con nuevas habilidades, nuevos comportamientos, nuevas ideas y expectativas que permitan traer la estabilidad de vuelta a la relación.
- Paciencia: Los cambios significativos no suceden de la noche a la mañana, más aun si han experimentado un evento muy difícil. Tener en cuenta que ser paciente es diferente a no hacer nada; no hay que permitir que el problema se estanque o quede sin afrontarse durante mucho tiempo, pues esto empeorará la relación.
- Fuera de la zona de confort: La resiliencia nos lleva más allá de aquello que es cómodo. En muchas ocasiones, aquello que es cómodo lo es porque nos ayuda a evadir el conflicto, sin resolverlo, sin movimiento, sin crecimiento y obviamente, sin mejorar la situación.
- Apreciando las diferencias individuales: Las diferencias en pareja no siempre son algo negativo; entenderlas, les ayudará a complementarse y reconocer que necesitan el apoyo del otro.
Una parte importante de la resiliencia, tanto personal como en pareja, es aprender a no evadir los conflictos.
Juntos a través de las dificultades
Para la mayoría, el concepto de tener una pareja que nos acompañe en buenos y malos momentos es bastante popular. Pero, cuidar una relación en las buenas y las malas no tanto, sobre todo si esos momentos difíciles pesan demasiado sobre nuestros hombros, nublando en nuestra mente los gratos instantes.
La resiliencia te permitirá cuidar tu relación y mantenerte junto a tu persona especial a través de las adversidades.
Cultivar la resiliencia en pareja significa aprender a cultivarla de forma personal. Puedes hacerlo individualmente o buscar un profesional, un coach o psicólogo, que te oriente para hacerlo.
Si buscas una profunda comprensión con tu pareja, tendrán una gran herramienta para construir juntos una relación plena.